MONS. CRISTIÁN RONCAGLIOLO. VICARIO DE LA ESPERANZA JOVEN.

El próximo Domingo se inicia la Semana Santa. Este tiempo de gracia estará marcado porque nuestras celebraciones serán Online, pero no por ello menos significativas.

En estos días previos es bueno refrescar el sentido de la Cuaresma, que como una gran introducción, nos prepara para la Pascua. Lo que nos pide este tiempo es agitar la mente y el corazón en vista de vivir una auténtica conversión al amor. Sin duda, cada uno sabe donde le ‘aprieta el zapato’, que es lo que debe cambiar y que pasos debe dar para que en su vida se refleje el amor de Dios. Y esos pasos implican caminos concretos, decisiones claras y un verdadero cambio de vida. No entrando en la particularidad, los quiero invitar a tener un norte común: crecer en misericordia.

Estamos viviendo tiempos álgidos donde el juicio a los hermanos sale rápido, donde somos prontos en reprochar al otro su error y nos cuesta tratarlo con benevolencia. El ajusticiamiento de quien se equivoca esta a la orden del día y nos confunde enormemente al momento de vivir la fe. Los quiero invitar a crecer en el perdón y a evitar todo juicio, acogiendo la Palabra de Dios: “no juzguen y no se les juzgará.

No condenen y no se les condenará. Perdonen y se les perdonara” (Lc 6, 37). Francisco, anhelantes de que la Iglesia viva mas la misericordia nos señala que “Los que juzgan siempre se equivocan. Y se equivocan porque se ponen en el lugar de Dios, que es el único juez. En la práctica creen que tiene la potestad de juzgarlo todo: las personas, la vida, todo. Y con la capacidad de juzgar, creen que también tienen la capacidad de condenar”. En estos días previos a la Semana Santa pidámosle al Señor, fuente de paz, que nos anime en el camino de la misericordia y nos ayude a todos a ser misericordiosos como el Padre.