Recordemos que la Escuela San Agustín, nació como una propuesta de la Vicaría de la Esperanza, con el objetivo de formar a los jóvenes de la arquidiócesis de Santiago en la fe católica y propiciarles un encuentro personal y profundo con Jesucristo en la Iglesia, para luego, ir a anunciarlo a otros jóvenes.
En esa línea, el padre Cristián Roncagliolo, Vicario de la VEJ, señaló sobre el fin de este primer ciclo: “Con gran alegría graduamos a la primera generación que quiere formar jóvenes en la fe para que sirvan en sus comunidades. Fue emocionante ver el compromiso de quienes se graduaron a pesar de todas las dificultades que trajo la pandemia”, dijo el padre.
Miguel Acevedo, uno de los certificados, junto con agradecer a todo el equipo docente por la entrega durante el tiempo de trabajo, valoró la “compañía en tiempos de pandemia. Cada jueves fueron mi compañía y quienes me ayudaron aumentar mi fe y en las dudas que se me presentaban en el camino. Gracias por llevarnos la palabra de Dios en nuestro día a día. Me siento muy orgulloso del curso”, dijo.
Jonathan Salgado, Jefe de Desarrollo Pastoral de la VEJ, agregó que este proceso de formación toma mayor relevancia en este mes de María y en tiempos de pandemia: “La Virgen María siendo Madre, se hizo discípula y siguió a su Hijo para la salvación de todos. Es una alegría que cada uno de nosotros pueda testimoniar el amor de Dios y lo pueda reflejar en su vida cotidiana, con sus seres queridos y en su comunidad”, precisó.
Valentina Urra, quien participó del curso, cree que estas instancias son muy necesarias desde el punto de la fe, “ya que la visión que tiene un niño es muy diferente a la de un adulto. Nos ayudó mucho en este tiempo de pandemia a no bajar los brazos, sobre todo en los momentos más difíciles. Siempre nos mostraron a Jesús y eso fue hermoso. Agradezco a Dios por todos los momentos y al ser online, me permitió convalidar con mis estudios y seguir un ritmo”.
Fuente: Comunicaciones Santiago